Cuando usas una impresora de mano en entornos con ritmo, contar con una ayuda extra marca la diferencia. Sobre todo si necesitas precisión sin estar pendiente de cada impresión.
La fotocélula para línea fija permite que la máquina sepa cuándo tiene que imprimir. Tú solo te encargas de mover el producto. Lo demás, lo hace sola.
Gracias a la detección en movimiento, la impresión se activa justo cuando toca. Ni antes ni después.
Evita repeticiones, fallos y tiempos muertos. Con la activación de impresora automática, ahorras esfuerzo y evitas errores.
Se conecta fácil, responde rápido y encaja perfecto con tu equipo. Lo que tiene que hacer, lo hace. Y lo hace bien.
Save products on your wishlist to buy them later or share with your friends.